viernes, 2 de abril de 2010

Pablo En Enterrador y Lalo de Los Santos



Pablo El Enterrador

Se contactó con nosotros FABIAN M. y nos ha mandado esta auténtica JOYA.
Pablo El Enterrador es una banda de rock sinfónico de Rosario, que comenzó su carrera en los años setenta.
Coqui Antón, el Turco Antún, Rubén Goldín fueron algunos de sus fundadores.
La cosa es que en esa primera formación luego entró Lalo de Los Santos como bajista (y luego cantante al irse Goldín) a fines de los setenta, incluso para un memorable show en Rosario en 1980 que marca un primer final en la historia de la banda.
Cambian la formación y años después graban en Buenos Aires el conocido disco debut.
Pero Lalo siempre tuvo un gran cariño por su ex banda, tal es así, que poco antes de morir, a partir de los dos CD de la banda, eliminó la pista de bajo y regrabó todos los bajos tocados por él
Esa grabación, en este caso del primer disco es lo que nos acerca FABIAN y nos cuenta entre otras anécdotas:


Una de las últimas cosas que hizo Lalo de los santos fue obsesionarse con los discos de pablo el enterrador. Era su obsesión esa banda, de la que formó parte en su adolescencia. Fui muy amigo de Lalo... Se escuchó de punta a punta sus dos discos editados, y -encerrado en el estudio de grabación de un amigo- regrabó esos discos, incluyéndoles sus bajos. Y me dejó encargado que se los pase al Turco Antùn. Cuando Pablo tocó el Virna lisi, en Hurlingham hace algunos años ya, lo encaré al turco Antùn, al terminar el concierto. Con cierta emoción, me agradeció. Pero, al fallecer el turco, ese material quedó en el olvido

No lo hizo con las cintas máster. Lo hizo sobre el Cd Original. Lo que hizo fue, un técnico amigo, con el programa Protools minimizar la frecuencia del bajo, y sobre grabar el de lalo.
Te podría contar la historia versión Lalo- pero sería larguísima... El Turco era el baterista del grupo, en sus inicios. El fundador del grupo es un personaje extraño: Coqui Antòn. En una grabación de la trova, en el café de las artes en Rosario, aparece de invitado tocando el violín en "Era en abril"...

Rubén se fue, antes incluso, del concierto de despedida de Rosario - el primero y último en cinco años, que fue el 20 de marzo de 1980 en el teatro Abstengo, y que tendría que buscar porque tengo algún registro de eso. Recuerdo que antes de un tema, Lalo pide que suba al escenario Juan Carlos Baglietto, que era el tiracables del grupo! Lalo se viene a Bs aS, Y el grupo se reúne aquí, y les pinta tocar en un boliche haciendo covers de Génesis, pero el turco no quiere y se vuelve. Hacen un castings de tecladistas, y rechazan a Calamaro... Contemporáneamente a la grabación del segundo disco, avanzados los noventa, Goldìn toca con Pablo acá en Bs As

De Coqui Antòn, Lalo me contó mil anécdotas... En los 70, en Rosario, buscaban zaguanes, de noche, para ensayar los arreglos de voces, y salían corriendo esquivando los escobazos.... O una vez, que los pararon los milicos en la puerta de la casa de Coqui. Estaban siendo revisados, contra un pared, y la madre de Coqui, en desavillè, les cebaba mate.... O que mataba gatos, los enterraba, esperaba un tiempo y recogía las cabezas, las limpiaba, y las ponía arriba del piano...

Lo que recuerdo, cabalmente, es a Lalo en el living de su casa, recuperándose de la operación de la pierna, con su bajo acústico, y tocando los arreglos en bajo, mientras sonaba el primer disco de los Pablo...

Ante esa pregunta, de porque Antòn dejó el grupo, Lalo fue terminante: De repente, cambió por completo. Y lo último que supo, es que era colectivero...

Lalo era un tipo muy apasionado, excesivamente apasionado diría. Y Pablo el enterrador fue SU GRUPO, con el que soñó un montón de cosas que no se dieron.

Tendría que buscar - y no quiero ilusionarte con esto- un casete TDK, lo recuerdo bien, con la ficha técnica y todo, de un ensayo en una sala de Buenos Aires, con los temas del primer disco e incluso del segundo, en el que tocan todos, incluso Lalo. Eso me lo dio la última mujer de Lalo, a los pocos meses de haber fallecido, en un bolsito azul, junto con videos y otras cosas. Me dijo "llévatelo, me hace mal tener todo esto..." Y ese casete me sorprendió, por que en sus relatos nunca lo había mencionado.

Conocí a Lalo en el año 86. Yo era musicalizador de Radio Nacional, y lo invité a presentar su segundo disco. Vos lo tratabas a Lalo, y era imposible no entablar un vínculo con él. Empezamos a trabajar en la idea de hacer un libro de la Trova rosarina. Iba todas las semanas a su casa, que quedaba en Rivadavia al 5000. Allí compartí relatos, historias, junto con Adrian, Tancredo... Un centenar de amigos que venían de Rosario... y un personaje que habría que ubicar, que tenía un videoclub en 33 orientales y Carlos Calvo. Le decían el Petiso. Había sido representante de Pablo el enterrador y de Irreal. Me había pasado un casete con el show de Irreal, que hace poco lo vi por la web. Yo me fui a España en el 92, y cuando volví, me encontré con la sorpresa de que había salido un libro sobre la trova... En fin. Ahí retomamos la amistad. Ó sea que son miles y miles de horas de charlas.
Lo último que encaró como proyecto fue estas regrabaciones, y su ilusión era que el grupo lo escuchara. Y calculo que esperaba alguna repercusión. Idealmente, creo que acuñaba la ilusión de una reedición de los discos con su participación... Yo lo que hice fue cumplir su idea. Les di la grabación, y nunca supe nada más. Por eso te la paso, para que la gente lo disfrute, ya que es una picardía que semejante trabajo quede en el olvido.


Como verán esto es un material HITORICO y de LUJO al que le agradecemos infinitamente a FABIAN por compartirlo con todos y esperamos que busque el resto de joyitas que acá menciona.


Jorge Antún: Teclado Oberheim obx, cuerdas ensonic
Omar Lopez: Grand piano Yamah cp-70, sintetizador arp-pro solist.
Josè Blanc: voz, guitarras elèctricas y acústicas.
Marcelo Sali: Bateria Pearl, percusiòn.
Lalo de los Santos: Bajo Fender jazz-bass, Bajo Pedula 5 cuerdas.

7 comentarios:

Jean Luc Picard dijo...

Mediafire
http://lix.in/-79cc40

Eduardo Betas dijo...

Hola

Me gustaría contactarme con Fabián M. ya que también fui amigo de Lalo y, de hecho, escribí un cuento inspirado en cosas que me contó y que se llama, precisamente, "Pablo, en enterrador".

El tema de las pistas borradas del bajo, Lalo me lo contó de otra manera. Él me dijo que un día recibió esa cinta y que al escucharla se dio cuenta que él no estaba. Entonces lo interpretó como una especie de venganza por haberse venido él a Buenos Aires.

De todas maneras, a Lalo le encantaba ponerle brillo a sus historias. Y era un excelente narrador.

Yo lo conocí en 1989 y en 1992 colaboró en un programa que tuve con Alejandro Marticorena en Radio Municipal ¿sabés lo que hacía Lalo? Una sección de fútbol vintage recordando de memoria equipos y fichas de partidos de todos los tiempos. Generalmente, de su amado equipo canalla.

Ojalá pueda ponerme en contacto con Fabián...

Adolfo CF dijo...

Hola: Al igual que Eduardo, me gustaría comunicarme con Fabián M., dada cierta evidencia que creo advertir de que tal contacto podría redundar en un mutuo beneficio y, por qué no, fructífero también para toda la cofradía adicta a este blog.
Oír hablar de Lalo (qepd), del turco Antún (qepd), de Koky Antón (Adolfo Brandolini), de Rubén Goldín (el rengo), de…, en fin, aquellos "Pablos" originarios, tan ricos como inéditos, me llena el alma de encanto y de añoranza. Asimismo, toda referencia ajena (con la imprecisión lógica de toda transmisión oral) a hechos que me tocan tan de cerca, hechos que el destino quiso que conociera de primera mano (en algun caso, hasta con cierto grado de protagonismo), confieso que me produce un cosquilleo interior, una sensación de extrañeza. Es, de pronto, sentir que aquello que están relatando a manera de leyenda (y creo que lo es) me consta personalmente, forma parte (y muy cara) de mi historia individual. Es caer en la cuenta de que, aún sin advertirlo yo en su momento, me tocó vivir (o, al menos, ser testigo privilegiado de ella) una etapa de oro, signada por la búsqueda trascendente y por una riqueza conceptual única. No sé qué puede quedar hoy de todo eso, pero sí sé que por aquella época la cosa iba en serio, la ilusión estaba a la orden del día y nos jugábamos hasta las tripas por sostenerla.
Tuve la fortuna de conocerlos en nuestra temprana edad, a comienzos de los '70. Salvo Lalo, pertenecíamos al mismo barrio (Echesortu, en Rosario); poco después, un emergente colectivo denominado AMAdeR (Ateneo de Músicos y Amigos de Rosario) nos conectaría con el resto de la fauna "rara" de la ciudad vinculada a la música. Fue un semillero de nombres que años después fulgurarían en sus respectivas materias.
Sin duda, "Pablo el Enterrador" fue desde el inicio un grupo de culto, el plato fuerte de la tribu de especímenes inclasificables, el número de fondo en aquellos recitales organizados a pulmón y acerca de los cuales yo tenía reservado un rol oficial de difusor y crítico. En alguna ocasión, pude visitarlos durante una suerte de retiro espiritual en una casa de campo, experiencia alucinante bastante común en la época. Eran los fundadores: Koky Antón, el turco Antún, Carlos Savia, Rubén Goldín…, gurúes de un proyecto tan sublime como ambicioso y loco.
Por supuesto, entre tantos, Lalo también estaba allí, liderando su grupo "Amalgama", hasta que más tarde decidiera migrar y convertirse a la mística de los Pablos. Con ellos, tuvo lugar la saga de temas ―a mi modesto juicio― más luminosa de la larga y azarosa trayectoria de Pablo. De la memorable (y mencionada por Fabián M.) actuación en Fundación Astengo, en marzo del '80, conservo el programa y un cassette bellísimo a pesar de haber sido precariamente grabado desde la platea.
(continúa...)
Adolfo-

Adolfo CF dijo...

La de los Pablos fue una experiencia que, tras haber alimentado por años las mayores expectativas en nuestra generación, quedó finalmente trunca. Una eclosión artística puesta en marcha y frustrada; desde aquel estilo Genesis vernáculo de sus comienzos hasta sus posteriores avanzadas coreográficas, orquestales y dramatúrgicas, lamentablemente nunca plasmadas en escena. Los discos editados, poco y nada reflejan aquel prometedor laboratorio iniciático hoy extinguido y del que apenas quedan algunos registros amateurs.
Con respecto a Koky, siempre fue visto como un personaje… digamos... oscuro. Conflictuado, aunque sumamente creativo y sensible, fue autor de muchas letras y alma mater del grupo hasta su alejamiento, a fines de los '70. Estudió música, tocó y ejerce hasta hoy la docencia; con él desarrollé una amistad cimentada en aquellos años y sostenida en el tiempo con altibajos. A fines de los '80 lo convoqué como columnista de historia del rock nacional en un programa que tuve en una FM local, luego fue paulatinamente aislándose de todo hasta devenir prácticamente en un ermitaño (y un renegado). No obstante, contra lo que su perfil daba a suponer, incursionó a su tiempo en el casorio (claro, luego en el divorcio) y hoy comparte sus días con un hijo adolescente.
A comienzos de la década del '80 desarrollé, junto a un par de socios, un emblemático emprendimiento que dí en llamar "Café de las Artes", particularísimo antro que marcó un hito en la historia subterránea de la época (época del Proceso) como casi único canal de expresión habilitado aún a riesgo de represalias anunciadas. Por allí desfilaron, previo a su estrellato, los integrantes de la famosa trova rosarina. Precisamente, la noche del 21 de julio de 1981, tuvo lugar el aludido recital del tándem Baglietto-Garré-Goldín-Páez al que subió invitado Koky para tocar el violín en un tema ("Era en abril"). De esa mágica noche conservo una grabación tomada directamente de la consola, que arranca con Fito haciendo, él solo en el teclado, dos temas nunca llevados al disco. Todo concluyó cuando, a la madrugada, cayó la policía y se llevó al Zapo Aguilera por… raro.
En fin, por fuera de esta muy resumida historia quedan los mejores recuerdos, amistades de por vida, innumerables anécdotas, objetos diversos y un puñado de registros caseros cada vez más valiosos, casi un tesoro. Sería bueno poder intercambiar y, especialmente, mantener viva entre todos la mística de aquella era de luz.
Gracias, un abrazo & aguardo novedades,
Adolfo-

Adolfo CF dijo...

La de los Pablos fue una experiencia que, tras haber alimentado por años las mayores expectativas en nuestra generación, quedó finalmente trunca. Una eclosión artística puesta en marcha y frustrada; desde aquel estilo Genesis vernáculo de sus comienzos hasta sus posteriores avanzadas coreográficas, orquestales y dramatúrgicas, lamentablemente nunca plasmadas en escena. Los discos editados, poco y nada reflejan aquel prometedor laboratorio iniciático hoy extinguido y del que apenas quedan algunos registros amateurs.
Con respecto a Koky, siempre fue visto como un personaje… digamos... oscuro. Conflictuado, aunque sumamente creativo y sensible, fue autor de muchas letras y alma mater del grupo hasta su alejamiento, a fines de los '70. Estudió música, tocó y ejerce hasta hoy la docencia; con él desarrollé una amistad cimentada en aquellos años y sostenida en el tiempo con altibajos. A fines de los '80 lo convoqué como columnista de historia del rock nacional en un programa que tuve en una FM local, luego fue paulatinamente aislándose de todo hasta devenir prácticamente en un ermitaño (y un renegado). No obstante, contra lo que su perfil daba a suponer, incursionó a su tiempo en el casorio (claro, luego en el divorcio) y hoy comparte sus días con un hijo adolescente.
A comienzos de la década del '80 desarrollé, junto a un par de socios, un emblemático emprendimiento que dí en llamar "Café de las Artes", particularísimo antro que marcó un hito en la historia subterránea de la época (época del Proceso) como casi único canal de expresión habilitado aún a riesgo de represalias anunciadas. Por allí desfilaron, previo a su estrellato, los integrantes de la famosa trova rosarina. Precisamente, la noche del 21 de julio de 1981, tuvo lugar el aludido recital del tándem Baglietto-Garré-Goldín-Páez al que subió invitado Koky para tocar el violín en un tema ("Era en abril"). De esa mágica noche conservo una grabación tomada directamente de la consola, que arranca con Fito haciendo, él solo en el teclado, dos temas nunca llevados al disco. Todo concluyó cuando, a la madrugada, cayó la policía y se llevó al Zapo Aguilera por… raro.
En fin, por fuera de esta muy resumida historia quedan los mejores recuerdos, amistades de por vida, innumerables anécdotas, objetos diversos y un puñado de registros caseros cada vez más valiosos, casi un tesoro. Sería bueno poder intercambiar y, especialmente, mantener viva entre todos la mística de aquella era de luz.
Gracias, un abrazo & aguardo novedades,
Adolfo-

Anónimo dijo...

Es fácil contactarlo a Fabián, seguí la historia del grupo. Era un adolescente. Si él no pone su apellido tendrá sus razones. Justamente ayer, una copita de vino y...habló mucho de su amigo que "se fué así de golpe, se enfermó y no se entiende como tan rápido..."

Anónimo dijo...

Che el link esta caído lo podes volver a publicar?